Inteligencia artificial china DeepSeek genera controversia

En un mundo donde la inteligencia artificial redefine las fronteras tecnológicas, DeepSeek en China emerge como un protagonista central. Esta innovadora IA china no solo promete desbancar a opciones como ChatGPT, sino que también ha generado un intenso debate internacional. Mientras China abraza esta tecnología, Estados Unidos, bajo la influencia del gobierno de Trump, ha optado por prohibirla, citando preocupaciones de seguridad.

DeepSeek: Una Revolución en China

DeepSeek ha sido aclamada en China como una auténtica revolución tecnológica. Su modelo de inteligencia artificial, conocido como DeepSeek R1, ha capturado la atención del público y del gobierno chino por su enfoque revolucionario y su capacidad para ofrecer potencia a un precio competitivo. Desde su lanzamiento, ha sido adoptada por diversos sectores, desde el judicial hasta el médico, demostrando su versatilidad y eficacia.

En el ámbito judicial, DeepSeek ha sido utilizada para redactar sentencias, mientras que en el sector médico, ha ayudado a generar planes de tratamiento. Además, en situaciones de emergencia, como las inundaciones en Meizhou en 2024, DeepSeek ha sido instrumental en rastrear personas desaparecidas mediante el análisis de videos de vigilancia. Esta capacidad de adaptación ha llevado a que funcionarios de todos los niveles del gobierno chino aprovechen sus capacidades, desde departamentos urbanos hasta empresas de hostelería y logística.

Prohibición en EE.UU.: Seguridad y Tensión Política

Contrariamente a su aceptación en China, DeepSeek ha enfrentado una fuerte resistencia en Estados Unidos. Bajo la administración de Donald Trump, el Departamento de Comercio ha prohibido su uso entre funcionarios gubernamentales, citando preocupaciones de seguridad informática. Esta medida se ha extendido a diversas agencias y organismos ejecutivos, reflejando una postura beligerante hacia la tecnología china.

El gobierno estadounidense ha argumentado que la prohibición es necesaria para proteger la seguridad de sus sistemas de información. Además, estados como Virginia, Nueva York y Texas han implementado medidas para restringir el uso de DeepSeek en dispositivos gubernamentales. En el Congreso, se ha propuesto una ley que busca ilegalizar la importación y exportación de productos de inteligencia artificial chinos, lo que podría llevar a sanciones severas para quienes utilicen esta tecnología en territorio estadounidense.

La controversia en torno a DeepSeek ha desatado preocupaciones internacionales, afectando incluso a las acciones de empresas tecnológicas en Estados Unidos. La postura de prohibición refleja no solo una cuestión de seguridad, sino también las tensiones comerciales y políticas entre las dos potencias mundiales.

En conclusión, mientras DeepSeek continúa su ascenso en China, su futuro en Estados Unidos permanece incierto. La inteligencia artificial sigue siendo un campo de batalla en la guerra comercial entre ambos países, y DeepSeek se encuentra en el centro de esta disputa. La evolución de esta situación podría tener implicaciones significativas para el desarrollo y la regulación de la inteligencia artificial a nivel global.